Casa con gran terraza y vistas al mar, montaña
La propiedad tiene dos niveles. En la planta baja, hay una gran terraza con zona de barbacoa, un aseo y una cocina con isla abierta al salón. Arriba, dos dormitorios dobles con armarios empotrados, uno con terraza y pequeña vista al mar, y un cuarto de baño con ducha.
También hay un garaje de 34 m², aparcamiento cubierto privado y una habitación separada que podría convertirse en un estudio o dormitorio extra.
Aire acondicionado en todas las habitaciones. Se vende amueblado, listo para entrar a vivir.
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Detalles de la propiedad
Características de la propiedad
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A
92-100 -
B
81-91 -
C
69-80 -
D
55-68 -
E
39-54 -
F
21-38 -
G
1-20
Acerca de Roses
Situada en la Costa Brava española, la ciudad de Roses se beneficia de una ubicación privilegiada a orillas del mar Mediterráneo. Enclavada en una espectacular bahía rodeada de verdes colinas, la geografía de Roses es pintoresca y diversa. La propia ciudad está construida sobre un terreno suavemente inclinado, que ofrece vistas panorámicas del mar desde muchos puntos.
El corazón de Roses se encuentra en su centro histórico, que aún conserva el encanto de su pasado medieval. Sus estrechas y sinuosas calles están repletas de coloridos edificios, tiendas, restaurantes y cafés. Paseando por sus callejuelas podrá descubrir un ambiente acogedor
Roses también es famosa por sus magníficas playas de arena. Las playas se extienden varios kilómetros a lo largo de la costa, ofreciendo a los visitantes un lugar ideal para relajarse, nadar y disfrutar de una gran variedad de deportes acuáticos. Tanto si desea tomar el sol, practicar submarinismo, esquí acuático o simplemente pasear por la orilla, las playas de Roses tienen algo para todos los gustos.
En términos de construcción, Roses tiene una combinación de arquitectura tradicional y desarrollos más modernos. Los edificios más nuevos se sitúan generalmente fuera del centro de la ciudad y ofrecen complejos residenciales, hoteles e instalaciones turísticas. La ciudad ha sabido preservar su identidad al tiempo que satisfacía las necesidades de visitantes y residentes, creando un equilibrio armonioso entre pasado y presente.












































